La cepa Zinfandel es una uva vigorosa, los climas cálidos son su mejor hogar, los climas muy calurosos las suelen poner en riesgo rápidamente y se pueden marchitar. Los racimos de Zinfandel son grandes y apretados, hecho que acelera su maduración. Tiene un alto contenido de azúcar, por lo que es muy utilizada en la elaboración del denominados “vinos de postres”
A los vinos Zinfandel se les suele criticar su alto contenido de alcohol, hecho que los convierte en un vino “caliente”, aunque hoy en día con las nuevas técnicas de vinificación se han logrado regular los grados. Otro de los detalles que hacen cambiante los sabores de un vino Zinfandel es el grado de envejecimiento, afectando el sabor principalmente.
En nariz un vino Zinfandel puede desarrollar toques de manzana y tabaco; si el vino en cuestión es lo suficiente maduro, sus aromas pueden ir de las fresas, moras y cerezas.
El maridaje perfecto
Un vino Zinfandel tiene la facultad de combinar con platos con mucho condimentos, que van desde guisos de carne, caviar, mariscos, quesos fuertes y una mención especial para la comida que contenga mucho picante. También se puede combinar con platos de pescados secos y pescados cocidos en limón (mero, suchi etc).
Este vino se disfruta en una temperatura de 14 grados, aunque en caso de ser acompañante de platos recargados de sabor aconsejamos un grado más del antes nombrado.
Un vino recomendable es el Zinfandel 2007 Martinelli "Guiseppe & Louisa" de Russian River Valley ya que es un vino que ofrece dulces arómas de ciruelas, tostados carnes, el pimiento, hierbas tostadas, y los higos. es un vino profundo y denso.
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